Los sensores de movimiento son unos dispositivos electrónicos que actúan, como su propio nombre indica, cuando detectan movimiento en el área donde se encuentran instalados. Estos elementos pueden tener diferentes funciones según nuestras necesidades. En algunos casos se utilizará como parte del sistema de seguridad, conectado a una alarma esta se disparará cuando alguien pase por su ámbito de actuación. En otros casos, se podrá utilizar como automatización o domótica, así, conectado a un sistema de iluminación provocará el encendido de las luces, aspersor de riego, timbre de aviso, encendido de calefacción, etc.
Según su forma de trabajo existen dos tipos diferentes de sensores de movimiento: los sensores de movimiento por infrarrojo que son los mas utilizados porque son los más fiables. Se ponen en funcionamiento cuando detectan un cambio de temperatura en el ambiente producido por un cuerpo.
El segundo tipo de sensores de movimiento es el ultrasónico: estos son capaces de captar variaciones en el espacio a través de una onda ultrasónica que recorre el ambiente y vuelve al detector rebotando en cada objeto que se encuentra en el ese lugar, si el dispositivo detecta un nuevo objeto se activará.
Pero, también, los sensores de movimiento pueden tener otras utilidades, como activar las luces en nuestro hogar. En estos casos, su ángulo de detección es de 360º por lo que se puede colocar en el centro de una habitación, o en el relano de una escalera, por ejemplo. De esta manera sólo se activarán cuando detecte la presencia de un individuo. La mayoría de los sensores de movimiento disponen de una fotorresistencia interna que permite que no se active de día para, de este modo, ahorrar energía. Además, los sensores de movimiento son muy útiles para exteriores ya que están fabricados para resistir inclemencias del tiempo.
Los sensores de movimiento aportan soluciones muy prácticas aparte de sus funciones de seguridad. Aparte de configurarlos para que iluminen la estancia cuando haya alguien y se cierren cuando se abandone, estos dispositivos permiten el control de la intensidad de luz. De este modo, puedes programar los sensores para que activen intensidades diferentes de luz en horarios concretos.
También pueden avisarte si tus hijos o mascotas se salen de un área específica. Puedes programar un perímetro para que cuando lo sobrepasen recibas una llamada al teléfono, un mensaje en el móvil, parpadeen unas luces, suene una alarma, etc. E, incluso, los sensores de movimiento que coloques en la entrada de tu hogar pueden avisarte con un poco más de antelación que vienen invitados a verte…
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