La tecnología aplicada a los sistemas de seguridad ha permitido la instalación de una alarma inalámbrica en pocas horas. Contratar una alarma inalámbrica tiene muchas ventajas como la rapidez de la colocación de todo el equipo de seguridad, la limpieza y, también, el abaratamiento del coste general de la instalación. Ya no tienes excusa para demorar la colocación de una alarma inalámbrica que proteja tu vivienda o negocio. Si quieres proteger tu empresa con una alarma inalámbrica ten en cuenta que ya no necesitas cerrar unos días para realizar obras, en pocas horas tendrás tu alarma instalada. En una vivienda también será más sencillo decidirse porque no tendrás que realizar obras de ningún tipo.
Una alarma inalámbrica es aquella cuyos dispositivos no se encuentran conectados por cable sino que se comunican vía radio. Este tipo de alarma es más segura ya que no dejará de funcionar si los ladrones cortan la línea de teléfono o la corriente eléctrica. La alarma inalámbrica permite comunicar su panel central y el resto de elementos del equipo de seguridad como detectores, sensores, cámaras… sin cables. De esta manera, podemos colocarlos donde deseemos, sin necesidad de acometer obras. A diferencia de la alarma inalámbrica, un sistema de seguridad cableado es más vulnerable a los cortes de luz, a los de teléfono o a la actuación de los delincuentes. Además, su instalación precisa de obras en el interior del inmueble, por lo que es más costosa y tediosa, de ahí que las grandes compañías de seguridad comienzan a apostar decididamente por sistemas de seguridad más innovadores, como una alarma inalámbrica, que posibilita la comunicación sin cables entres sus diferentes componentes y con la Central Receptora de Alarmas que toda buena compañía debe disponer.
Las alarmas con cables se suelen instalar en edificio de oficinas , empresas grandes, almacenes o fábricas donde por el tamaño del lugar a proteger los elementos se comunican mejor por cable. Los cables permiten salvar distancias y lugares poco accesibles vía radio. En estos casos se suele aprovechar la necesidad de una reforma de estos espacios para instalar los cables del sistema de seguridad. Por otro lado, las alarmas inalámbricas suelen instalarse en viviendas o empresas de menor tamaño donde los dispositivos se pueden colocar donde se necesiten en pocas horas y sin obras, ahorrando gastos en su colocación. Este sistema permite añadir dispositivos nuevos cuando se requiera y además, se puede transportar en caso de traslado.
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